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Las camas articuladas, en su versión eléctrica o en la manual, ayudan a prevenir el surgimiento de problemas cervicales y de espalda e incluso pueden aliviarnos dolores de cuello, dolor lumbar, piernas cansadas. Además, sin duda se convierten en el aliado perfecto para personas con movilidad reducida y aquellas que deben pasar muchas horas en la cama, ya que les otorga mayor autonomía y comodidad.