Los médicos pediatras aconsejan que el colchón del bebé cuente con un grado de firmeza idóneo que evite daños en su desarrollo tanto para prevenir la muerte súbita como para prevenir la plagiocefalia. Lo más importante es que la columna vertebral tenga el apoyo suficiente, por ello, muchos especialistas defienden que los colchones firmes permiten un crecimiento adecuado.
El colchón es uno de los productos que más horas usará el bebé (entre 12 y 15 al día), su correcta elección es importante y hay que dedicarle la importancia que merece.
Para que el bebé descanse correctamente, tampoco debe haber fluctuaciones de temperatura, por lo que es mejor evitar aquellos colchones que no tengan una buena transpiración o que proporcionen exceso de calor.
El colchón de cuna tiene que ser bastante transpirable e higiénico, pues debe de expulsar el CO2 exhalado por el bebé y conservar una misma temperatura, sin cambios bruscos.
Al igual que para los adultos, la elección de un buen colchón para tu bebé será fundamental Existen varios tipos de colchones, en función de los materiales con los que están fabricados: colchones de Látex, Viscoelástica, Muelles Bonell, Muelles Ensacado.
Un colchón que se ajusta bien a la cuna, ayuda a reducir el riesgo de que el bebé pueda quedar atrapado entre el colchón y la cuna, reduciendo así el riesgo de asfixia por esa causa.
Os recomendamos que escojáis un colchón que combine al mismo tiempo un cierto grado de firmeza con la adaptabilidad de los materiales al cuerpo del bebé: que le sostenga correctamente, pero con la máxima suavidad y sin presionar su cuerpo.